Los consultores auditan la iluminación existente, comprobando la iluminancia, los puntos oscuros y el rendimiento de las luminarias. Trabajan con las partes interesadas para comprender las necesidades de la empresa, la marca y la distribución del espacio.

Con ayuda de programas informáticos, se elaboran representaciones en 3D y estudios fotométricos. Esto ayuda a elegir las instalaciones, planificar la distribución y establecer estrategias de control para el ajuste estético y técnico.

Elegir las luminarias adecuadas, como tróferes LED, downlights o luces de acento, es fundamental. Los asesores especifican los productos en función de la producción de lúmenes, el CRI, el ángulo del haz y la compatibilidad con el control inteligente.

Los sensores, reguladores y sistemas de programación están integrados. Los controles inteligentes ajustan la luz en función de la luz natural, la ocupación o las escenas preestablecidas para ahorrar energía.

Los asesores se coordinan con los contratistas durante la instalación para garantizar un montaje, cableado y programación de control adecuados. La puesta en marcha comprueba el rendimiento y ajusta la luz y el control.